Un buen sistema de altavoces es un nuevo nivel de placer que una persona puede obtener mientras escucha su música favorita o mira una película. Al elegir un sistema de altavoces, ¿vale la pena dar preferencia a los altavoces activos más caros o pueden los sistemas pasivos relativamente económicos proporcionar una alta calidad de sonido?
¿Cómo funcionan los hablantes pasivos y activos?
Cualquier sistema de altavoces es un emisor de sonido empaquetado en una caja de cierto diseño, que se llama diseño de sonido. Pero para que los altavoces suenen, necesita un receptor, un amplificador de frecuencia de audio que amplifica las vibraciones eléctricas en el rango de sonidos disponibles para el oído humano.
Si el sistema de altavoces está equipado con un receptor de este tipo, el sonido del reproductor se emite directamente a los altavoces, que amplifican el sonido por sí mismos. Son estos sistemas los que se denominan activos. Los altavoces pasivos no tienen un receptor incorporado; para usarlos, necesita un amplificador en forma de dispositivo separado. Así, en el caso de los altavoces pasivos, la señal pasa primero a través del receptor y solo entonces llega a los altavoces.
Acústica pasiva: ¡es tan difícil
Los altavoces pasivos tienden a ser más baratos que los activos. Sin embargo, esta baratura puede ser engañosa, ya que el usuario se ve obligado a comprar por separado el receptor, cuyo costo puede ser bastante sustancial.
La elección del amplificador en sí no es una tarea fácil. Por lo tanto, la función del receptor no es solo amplificar el sonido, sino también hacer coincidir la potencia y otros indicadores en el funcionamiento del emisor de sonido de los altavoces y el reproductor. Por lo tanto, al elegir un receptor para un sistema de altavoces pasivos, es importante elegir uno que pueda garantizar un funcionamiento verdaderamente armonioso de todos los dispositivos utilizados.
Las dificultades a las que se enfrentará el propietario de un sistema de altavoces pasivos no se limitan a esto: para poder disfrutar de la música o una película, el usuario tendrá que jugar con la conexión y el ajuste del amplificador.
A pesar de todas las dificultades, el uso de altavoces pasivos también tiene su lado positivo: si lo desea, el propietario puede reemplazar el receptor antiguo por uno más moderno, y el sistema de altavoces antiguo sonará de una manera nueva. Un sistema de altavoces activo no se puede actualizar.
Debido a su bajo costo, los altavoces pasivos se utilizan a menudo en teatros en casa y centros de música. Además, se trata de sistemas de altavoces pasivos que se utilizan en grandes recintos: durante los conciertos masivos y otros eventos públicos, los profesionales tienen que jugar a configurar un receptor externo para garantizar una alta calidad de sonido en cualquier condición.
Acústica activa: simple y de alta calidad
Los altavoces activos están equipados con un receptor incorporado y, por lo tanto, no crearán ninguna dificultad para su propietario. Todo lo que necesita para usarlos es conectar el sistema a una computadora o tocadiscos. El usuario no tiene que preocuparse por elegir y configurar un amplificador: el fabricante de los altavoces ya ha resuelto el problema de hacer coincidir la potencia del amplificador y los emisores de sonido. Por lo tanto, a diferencia de los altavoces pasivos, los altavoces activos sonarán igualmente bien, independientemente del reproductor al que estén conectados.
Los sistemas acústicos activos se utilizan profesionalmente para sonar pequeños conciertos y discotecas. Además, los altavoces activos son ideales para usar con una computadora doméstica, ya que brindan un sonido potente y claro sin costos y esfuerzos adicionales por parte del usuario.