La tecnología digital en su forma moderna tiene menos de 50 años y, por lo tanto, no es sorprendente que todo tipo de "actualizaciones" y cambios de formato ocurran con tanta frecuencia. No todo ha sido inventado todavía. Un gran ejemplo de esto son los CD, que hoy están experimentando un tercer nacimiento y reciben un tercer nombre: Blu-Ray.
Dado que Blu-ray sigue siendo un CD, el concepto general sigue siendo el mismo. Es una pieza de plástico reflectante que ha sido cortada con láser en varias longitudes. Mientras lee un disco, la unidad lo atraviesa con un láser y monitorea cómo se comporta el reflejo de la superficie del espejo. Esto es cierto para CD, DVD y discos blue ray.
En primer lugar, es importante tener en cuenta las amplias mejoras. La información se graba y lee con un láser mucho más preciso: es casi el doble de delgado que un DVD. Además, se ha mejorado significativamente el sistema de codificación de información durante la grabación. En total, la cantidad real de datos para una capa de espacio en disco es de 27 gigabytes, que es casi 5 veces más que el formato anterior al que estamos acostumbrados. Además, solo se tiene en cuenta una capa: ya en 2009, se desarrolló un disco multicapa con un volumen de 500 gigabytes, disponible para lectura en cualquier unidad estándar.
Además del evidente aumento de volumen, el sistema de codificación y el láser de onda corta han aumentado significativamente la velocidad de lectura del disco. Lo cual, sin embargo, es natural: si no se hubiera aumentado la velocidad, la unidad simplemente no tendría tiempo, por ejemplo, para reproducir una película de alta resolución.
Si hablamos de innovaciones fundamentales, entonces la "superficie dura" del disco se puede considerar como tal. Gracias a la tecnología Durabis Blu-Ray, el acero es varias veces más resistente a los daños mecánicos y, como resultado, al desgaste.
Sin embargo, el principal orgullo de los fabricantes es el sistema de seguridad desarrollado para el nuevo formato. Consta de tres elementos: el sistema BD +, la tecnología MMC y la ROM-Mark. El primero le permite cambiar dinámicamente (es decir, "sobre la marcha") la secuencia de código del disco, evitando que se convierta en un prototipo de una copia pirateada. El segundo, por el contrario, le permite crear copias, pero en un formato especial con licencia protegida. Finalmente, la tecnología ROM-Mark deja una marca de agua especial en el disco, que no se puede falsificar y sin la cual la unidad simplemente se negará a funcionar.