Los teléfonos inteligentes están diseñados para hacernos la vida más fácil y mejor en todos los sentidos. Información ilimitada, la capacidad de comunicarse con una persona en casi cualquier parte del mundo, funciones de navegación: todas estas ventajas incluyen un teléfono inteligente moderno, pero ¿es realmente seguro?
SYLVIA, JOHN Y CAMEL
Los científicos han planteado la suposición de que los teléfonos inteligentes son capaces de matar personas y el número de sus víctimas puede llegar a varios miles al año. Y aquí no se trata de radiación, que ya se repite en cada esquina. Negligencia y estupidez humanas: desde aquí puede esperar problemas. Por ejemplo, una estudiante española de 23 años llamada Sylvia decidió tomar una foto memorable para publicarla en una de las redes sociales. La niña subió al puente, se apoyó contra la barandilla, echó la cabeza hacia atrás y estaba lista para tomar una nueva y hermosa selfie, pero no pudo resistirse y voló hacia abajo. La muerte de la niña ocurrió instantáneamente.
Lo peor es que esto está lejos de ser una muerte aislada en la que aparece un teléfono inteligente. El joven especialista John fue enviado a un viaje de negocios desde su empresa. John nunca antes había estado en Brasil y, por lo tanto, decidió ir al zoológico local. Al igual que Sylvia, el joven decidió hacerse una selfie en un abrazo con un camello. El resultado es un lóbulo de la oreja mordido.
Son intentos de destacar, lucirse, llamar la atención. La modernidad dicta lo suyo, aunque ridículo, pero las reglas según las cuales las fotos de este tipo merecen la mayor parte de los elogios entre amigos. Por desgracia, estos experimentos con fotografía pueden ser mortales.
SMARTPHONES EN LA CARRETERA
Los accidentes en las carreteras por descuidos de los ciudadanos, que en ese momento estaban interesados en leer las noticias o teclear el siguiente sms, aumentan cada año. Las estadísticas en Japón muestran que el 50% de las emergencias se deben a los teléfonos inteligentes.
Una persona, inmersa en la lectura de un libro electrónico en el teléfono o mirando la foto de un amigo, pierde la concentración y se "desconecta" del mundo exterior. La mayoría de las personas piensan que pueden hacer varias cosas al mismo tiempo: cruzar la calle o conducir y escribir un mensaje al mismo tiempo. Por desgracia, las estadísticas refutan esto.
Los científicos han calculado que si el conductor escribe un mensaje mientras conduce, la probabilidad de que no regrese a casa aumenta casi 25 veces. En los Estados Unidos, más de 3.000 automovilistas mueren cada año solo porque hablan por teléfono mientras conducen. Los números dan bastante miedo.
Los psiquiatras señalan que los niños que pasan la mayor parte del tiempo en sus teléfonos inteligentes tienen más probabilidades de sufrir hiperactividad, mayor ansiedad y depresión prolongada.
De todo esto, solo se sigue una conclusión: debe vivir una vida real y tratar de dedicar el menor tiempo posible a dispositivos como un teléfono inteligente.